Paseábamos cuando ella meditabunda arguyó:
- "La vida es un continúo comienzo,
un devenir del pasado que se convierte
en presente en el segundo
de un sólido parpadeo"
- ¿Y tu que le dijiste?
- Que si el parpadeo era en su casa o en la mía.
- ¡Qué originalidad! ¿Y qué te respondió?
- "A tenor de tus parpadeos el acto ya acabó"
El cuadro está firmada por Jorge Galindo,
la elaboración corrió a cargo de los antiguos cartelistas de cine de Madrid,
podréis encontrarla en " La pintura y la furia";
exposición del MUSAC de León.
4 comentarios:
Perplejidad manifiesta por envidia maligna. Quiero que se me ocurran discursos pizca mas o menos así de ingeniosos, o casi.
: )
Gracias, ess lo más bonito que me han dicho.
Un besazooooo
-certero texto, tanto que me dejó un largo rato colgado.
Saludos
Brillante... muy bueno, ironía de la buena, de ida y vuelta.
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